Lo siento Jerry. No soy como tú

El caso es que si bien ya había aprendido a vivir en el pasado (al más puro estilo Carlito's Way de Al Pacino), cayendo una y otra vez en mis problemas de siempre, lo cierto es que nunca, nunca, nunca, creí que me terminaría convirtiendo en también un pésimo amigo. Sí, Yo. Yo. Ese que siempre tenía un rato para quien fuera, que aparecía cuando se le necesitaba, que siempre tenía palabras amables cuando se requerían, que estaba loco cuando había que estarlo y cuerdo cuando la situación lo demandaba.
En la última semana me he dado cuenta que mi vida ha tomado unos derroteros que, lejos de ayudarme a centrarme, lo único que han conseguido ha sido el dejar mi alma con más dudas si cabe. ¿Dónde estaba el Sapo cuando Oli, Neo, Yola y María bailaban en Bacarrá?¿Dónde cuándo debió felicitar a Mónica y Almudena pr su cumpleaños?¿Estuvo acaso en los Barrios con Victor?¿O en Huesca con Chema, África y Lucas?¿Y en Asturias con Charlie?
Lo cierto es que no estuvo en ninguno de estos lugares. Estuvo perdido, deambulando salvo en los ratos que pasé junto a Kike, Kuki, Cambro o Raúl y Rober.
Oli, como te he dicho hoy, cada día estamos más perdidos, y cada vez que encontramos algo que nos ofrece un poco de tranquilidad, o la cagamos, o se nos escapa sin que sepamos muy bien por qué.
FOTOGRAFÍA
Sapo en Arenas de Cabrales, Verano de 2003
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