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Desordenada Habitación

Nos vemos por aquí

Nos vemos por aquí

Desde la despedida el 19 de octubre de 2006 de la que ha sido mi familia durante más de dos años muchas cosas han cambiado. En los últimos dos meses he visto cómo lo que fue nuestro lugar de reunión, el 'Escocés', se queda vacío noche tras noche. Nada es como antes. No sé, nunca esperé que todo se iría al garete de esta manera, pero bueno, supongo que es ley de vida y que, como en todo, hay que adaptarse a los nuevos tiempos.

Yo, por mi parte, añoro cada uno de los momentos que he pasado allí con José, Mamen, Moro, Mary, Meli, Íñigo, Emilio, Carlos, Germán... Creo que por mil circunstancias nunca ninguno de nosotros volveremos a sentir algo tan fuerte en un trabajo como allí, por eso me da pena que se esté perdiendo todo eso. Yo vi nacer ese proyecto, y he pasado por todas las etapas del mismo, las buenas, las malas, el infierno y el cielo, y nunca cambiaría ese lugar por nada del mundo. De hecho, todavía sueño, de vez en cuando, que un buen día, de repente, sucede algo que permite que nos volvamos a reunir. ¿Os imagináis? Sería algo increíble.
Han pasado dos meses y, aunque mantengo contacto con muchos de vosotros, lo cierto es que os echo mucho de menos, en todos los aspectos. Aquí todo es diferente, desde la gente hasta el sitio físico de trabajo, pasando por el ritmo, el método... Nada tiene que ver con nuestro querido peri, y es que os aseguro que no hay nada igual. No puedo quejarme porque la vida me ha dado una oportunidad increíble con el tema de la revista, pero la verdad es que creo que aquello que dijo Sonia hace mucho tiempo sobre mi actitud ante la vida es cierto: soy incapaz de sentirme realizado, haga lo que haga. A veces pienso que podría salvar al mundo y me iría a casa diciendo, pufff, me la pela. Tengo un problema serio.

De momento las cosas marchan bien, pero lo estoy pasando fatal para asimilar mi nueva vida. Es como si hubiese tenido una relación con una chica tan absorbente, tan entregada, que una vez separados no sepa ni dónde estoy. Así son las cosas. No me acostumbro a mi nuevo horario, ni al ritmo de mis amigos de toda la vida, ni a una vida reposada, ni al ritmo de trabajo, ni a nada. Los días pasan delante mía (qué razón tienes Juan) sin que yo haga nada por hacer que sean de otro modo salvo en momentos como los días sueltos que veo a Victor y Alberto, o el día que quedé con Oscar y Michel, o la Nochebuena. Es cierto eso de que a veces puedes estar rodeado de gente y sentirte solo. muy solo.

Pero bueno, en realidad he comenzado a escribir de nuevo en el blog porque el otro día recibí un mail de alguien muy especial llamado Luis Vilches, el gran 'Vilches'. Es increíble cómo una persona en concreto puede hacer que te pongas manos a la obra con algo. Luis, prometo seguir informando desde aquí, un abrazo enorme niño, créeme que me gustaría estar allí en el concierto de los Goo Goo Dolls contigo.

Un fuerte abrazo!!! Nos vemos por aquí.

FOTO: Chesvil en cualquiera de las mil y una noches que pasábamos riendo en el Escocés. Eres grande.

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